Compras de última hora en el Gobierno de Estados Unidos
30/09/2013
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ACTUALIDAD |
Los directores de Compras de los diferentes Departamentos intentan gastar todo el sobrante del presupuesto del año antes de que se les agote el plazo.
La semana pasada, el Departamento de Asuntos de los Veteranos compró 562,000 dólares en obras de arte. En un solo día, el Departamento de Agricultura gastó 144,000 dólares en cartuchos de tóner. Y, en una sola compra, la Guardia Costera gastó 178,000 dólares en la “rehabilitación de muebles para cubículos”.
Esta cadena de grandes compras fue una señal inequívoca: era temporada de gástalo o piérdelo nuevamente en Washington. Durante toda la semana, al tiempo que el Congreso se debatía por el presupuesto del próximo año, los trabajadores federales se sumergieron en un drama frenético: trataban de gastarse el resto del presupuesto de este año antes de que fuera demasiado tarde.
La razón de su apuro es un sistema creado por el Congreso en el que, en muchos casos, obliga a las agencias a gastar todos sus fondos asignados antes del 30 de septiembre. Si no lo hacen, el dinero pierde su valor el 1 de octubre Y -lo que es peor- si no se gastan el dinero ahora, el Congreso puede recortar su financiación en los próximos años. El incentivo, como siempre, es gastar.
Así que gastaron. Fue el regreso de uno de los más antiguos malos hábitos de Washington: un bombardeo de decisiones costosas, hechas por organismos con pocos incentivos para ahorrar.
“La forma en que lo presupuestamos (el dinero) lo establece”, expuso el senador republicano Tom Coburn. “En lugar de ser elogiado por no gastar todo el dinero asignado, uno es sujeto a recortes por no hacerlo. Es así que tenemos incentivo perverso en esto”. Coburn expuso que tenía la intención de mencionarlo en el pleno el miércoles. Luego, cuando llegó al podio, se le olvidó.
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